Un proyecto académico exigente
Nuestra práctica educativa persigue el desarrollo de las capacidades de cada uno y el amor por la cultura:
Esfuerzo y progreso
Se valora el esfuerzo y el progreso del alumno.
Estímulo
Se estimula el estudio y el trabajo bien hecho.
Metas
Se aprende a organizar el tiempo y marcarse metas.
Método
Se enseña una metodología de trabajo y estudio eficaz.
Conexión
Se fomenta la actividad y se enseña a pensar en conexión con la realidad.
APRENDER A SABER
En primer lugar, queremos ayudar a construir personas sabias, formadas, inculcando, en cada alumno, el gusto por la cultura y el saber. Personas que puedan encontrar en los aprendizajes matemáticos, linguísticos, filosóficos, físicos, sociales, históricos, etc, herramientas útiles y necesarias para comprender y desenvolverse en el mundo que les rodea. Se trata, en definitiva, de que descubran su formación académica como un proceso de madurez personal en el que, cuanto más saben, más capaces se sienten frente al mundo, mejores formas de relación con los otros encuentran, mayores oportunidades para su vida y el mundo son capaces de soñar.
APRENDER A HACER
Proporcionamos a nuestros alumnos conocimientos, amplios y válidos, que les permitan convertirse en profesionales de alto nivel en cualquiera que sea la faceta vocacional que elijan. La pretensión de nuestro estilo académico es, además de asegurar la formación técnica necesaria, desarrollar en nuestros alumnos la cultura del esfuerzo, el deber, la superación, el trabajo bien hecho, todo ello transmitido a través de un ambiente de estudio, trabajo y aprovechamiento de las clases en el Colegio, del trabajo personal en casa y la exigencia diaria en el estudio. Soñamos para nuestros alumnos un futuro en el que sean muy buenos, muy capaces y tengan un estilo muy propio en aquello a lo que decidan dedicarse.
APRENDER A SER
Propio de una labor educativa humanizadora e integral, nuestro proyecto académico persigue la construcción de profesionales, hombres y mujeres, nobles y justos. Entendemos que nuestros alumnos deben disponer de herramiéntas válidas y suficientes que les permitan contemplar, analizar y actuar en el mundo que les ha tocado vivir. Los conocimientos científicos, humanísticos y religiosos deben ser, para el alumno corazonista, claves de las que servirse para desarrollar su vocación como personas implicadas y comprometidas con la realidad, la justicia, el bien y la verdad.