Bachillerato

Partimos del alumno y estimulamos su interés por aprender, respondemos a sus numerosas preguntas y les orientamos hacia cuestiones de valor formativo.

Aplicamos formas de hacer agradable el esfuerzo, lograr metas y adquirir hábitos que le den autonomía personal.

Elogiamos los logros de los alumnos, reconocemos sus méritos y esfuerzos y orientamos sus dificultades.

Creamos unas condiciones favorables al desarrollo escolar de todos en un ambiente de aceptación, respeto y confianza.

Corregimos con autoridad y comprensión y ponemos límites buscando que el niño obedezca de corazón y acate las normas por sentido del deber.

Fomentamos la actividad y la experimentación, para que el alumno sea actor que busque, realice, participe, reflexione y pruebe.

Potenciamos el aprendizaje autónomo, el afán de superación y la creatividad, atendiendo a las diferencias individuales de cada alumno, adaptando las exigencias y siguiendo sus progresos.

Cultivamos la interioridad con actividades que provoquen la admiración por la belleza de la vida y la bondad de los seres, el despertar religioso y el deseo de compartir.

Valoramos la comunicación abierta y la colaboración coherente entre la familia y la escuela.